8.-
EL CALENTAMIENTO GLOBAL
De
nuevo, mi nieto Javi vuelve a la carga con otro de sus acostumbrados temas,
siempre complejos, que suelen terminar metiéndome en un brete, ante la
dificultad de satisfacer su insaciable curiosidad.
En
esta ocasión vino hacia mí con una feliz noticia por delante:
-¡Yayo,
me han dado un sobresaliente en el cole en un trabajo de redacción!
-¡Muy
bien, oye! -contesté, al tiempo que le hacía la pregunta de rigor- ¿Y de qué
trataba el trabajo?
-Era
sobre "el calentamiento global"
-Muy
interesante -dije- A ver, cuéntame un poco sobre lo qué escribiste.
-Ah,
pues dije que, como no tengamos un poco más de cuidado, nos vamos a cargar
nuestro planeta y no se va a poder vivir en él.
-Muy
bien ¿Y qué cuidados proponías?
-Varios
-contestó muy seguro de sí- El primero un ahorro en el consumo de energía.
También otros, como promover el uso de energías alternativas, prohibir los gases y residuos industriales que
producen el efecto invernadero, impedir la quema o tala de los árboles, evitar
ensuciar el agua y prohibir la fabricación y uso del plástico y otros productos
químicos contaminantes.
-Todo
eso está muy bien, pero tú ¿qué vas a hacer para evitar que la Tierra se
contamine?
-¡Jo,
yayo! Eso lo tendrán que hacer los mayores
-contestó un tanto enfadado- ¿Qué quieres que haga yo?
-Bueno,
te voy a sugerir algunas acciones que podrías realizar para mejorar las
condiciones del medio ambiente del planeta:
1.-
Podrías renunciar a utilizar tu tableta, la tele, el iphone y todos tus
aparatos y juguetes eléctricos, así ahorrarías mogollón de energía.
2.-
Deberías renunciar a la iluminación eléctrica y utilizar velas de cera que,
como la fabrican las abejas, es un producto muy ecológico.
3.-
Sería muy conveniente que convencieras a tus papis para que fueran al trabajo
en burro o carreta para evitar los gases contaminantes de sus automóviles.
4.-
Tienes que decirle a tu mami que no use el gas para cocinar y calentar la casa.
Sería mucho mejor que lo hiciera encendiendo hogueras en la terraza.
A
estas alturas, Javi celebra cada una de mis indicaciones con una sonora
carcajada.
-¡Venga
yayo, acaba ya, que estás de guasa!
-Espera,
espera, que no he terminado -me apresuré a contener su decidida intención de
dar por concluida la charla, desde ese mismo momento.
5.-
No deberías ensuciar el agua con jabón en la ducha o el lavabo, porque este es
un bien escaso. De hecho, solo deberías emplear el agua de lluvia.
6.-
Podrías prescindir de todos los productos hechos con materiales plásticos o
productos químicos. Fíjate que en este apartado figuran infinidad de artículos
de uso diario y doméstico, incluidos toda clase de aparatos y enseres, así como
tejidos, champús, cremas, medicinas, dentífricos, colonias y un largo etc.
-¡No
hablas en serio! -me espeta.
-¿Te
parece? ¿Y si te digo que hay unos cuantos miles de millones de personas que
carecen de todo eso, que tú te ves incapaz de prescindir?
-¿Y?
-pregunta, francamente mosqueado.
-Pues
que, no solo no se va a poder ahorrar energía en el futuro, sino que se
producirá un notable aumento de consumo, conforme esa ingente masa de personas,
que hoy carece de todo, vaya accediendo, con el mismo derecho que tú, a esos
bienes que ahora mismo disfrutas.
-Y
te digo más: La energía que hoy se consume es nada comparada con la que se
necesitará en el futuro. ¿Por qué? Porque el calentamiento de la Tierra no es
un fenómeno de hoy. Este viene produciéndose desde la última glaciación, hace
40 millones de años.
-Lo
dices en serio, o me estás vacilando.
-Muy
en serio, de verdad -aseguré con firmeza- Desde aquella fecha, la Tierra viene
sufriendo un calentamiento constante, progresivo e imparable. Dentro de unos
4.500 millones de años, nuestro planeta se habrá volatilizado, engullido por el
Sol que habrá crecido hasta alcanzar la órbita de la Tierra, al convertirse en
una enorme estrella Gigante Roja. Esto ocurrirá por haber consumido todo el
hidrógeno que hoy le sirve de combustible. Mucho antes de producirse el fin del
planeta, este se habrá degradado tanto, a causa de las altas temperaturas, que
ya no habrá ser vivo que pueda vivir en él.
-¡Jo,
menos mal que nosotros no lo veremos!
-Sí,
hemos tenido la suerte de nacer en esta época en la que la Tierra está en su
mejor momento. Pero esto no durará, porque el calentamiento del globo
continuará imparable En un par de milenios, sus habitantes deberán afrontar
infinidad de adversidades que amenazarán la habitabilidad del Planeta. Para
evitarlas será necesario disponer de una ingente cantidad de energía. El
petróleo y demás combustibles fósiles se habrán agotado y de poco servirán los
actuales "molinillos" ni las pantallas fotovoltaicas.
-¡Ostras!
¿Y eso de las energías alternativas o renovables? ¿No serán suficientes?
-Se
mire como se mire y se diga lo que se diga, solo hay una energía inagotable,
limpia, barata y que pueda ser producida en cantidades inmensas: la energía
nuclear.
-Pero
eso es peligrosísimo. Todo el mundo lo dice
-No
todo el mundo. Es cierto que, hoy día, se ha generado un rechazo casi absoluto
de este tipo de energía en la opinión pública, sin demasiado fundamento por
cierto. Sin embargo, hay científicos, quizás no los suficientes, que están
investigando la mejor y más segura utilización de la energía nuclear,
convencidos de su esencial necesidad, si se quiere evitar el colapso del medio
ambiente que se avecina.
-¡Caray,
yayo! Dices que no hay fundamento en el miedo a las centrales nucleares ¿Ya no
te acuerdas de Chernobyl y Fukushima?
Javi
contraataca en defensa de sus tesis.
-Claro
que me acuerdo, fueron dos auténticos desastres, pero hay que analizarlos bien
para juzgar su grado de peligrosidad. La central de Chernobyl era una
instalación con tecnología anticuada y un deficiente mantenimiento, producto de
un sistema socio-político en descomposición. Además, el oscurantismo propio de
este régimen propició una mala gestión del accidente y lo peor de todo fue que la
evacuación de la población afectada se retrasó seis días, lo que provocó
muertes y daños en una cuantía no evaluada del todo todavía.
-Ahora
-añadí-, fíjate en lo ocurrido en la central de Fukushima, mucho más moderna.
Un terrible tsunami inutilizó las bombas del agua de refrigeración de los
reactores y estos estallaron. ¿Cuántos muertos se produjeron en este desastre?:
Ninguno. ¿Cuántos ocasionó el tsunami?: 22.000. -no fueron demasiados, se
calcula que en el de Sumatra de 2004 hubo más de 280.000 víctimas-. Dime pues
quién tiene más peligro: el mar o las centrales nucleares.
-Bueno...visto
así...-Javi, algo desorientado, duda y se bate ahora en retirada- pero me
parece que no son comparables.
-Serán
comparables o no, pero lo cierto es que el mar se lleva por delante a tantas
personas como puede y son muchas cada año. Sin embargo, no se toma ninguna
acción en contra de este feroz asesino y, en cambio, se le dedica toda clase de
cánticos, poemas, alabanzas y hasta apasionados entusiasmos, alentados por
maravillosas imágenes de pintores y fotógrafos, mientras que a la energía
nuclear le toca recibir toda suerte de rechazos y desprecios, sin que falten en
su contra las opiniones más contrarias y desfavorables, ni los dictámenes más
alarmantes.
-Yayo,
eso de feroz asesino...te estás pasando. Yo lo encuentro muy agradable cuando
me baño en la playa.
-Quizás,
aunque no sé qué otro apelativo se le puede dar a quien mata tanto y con tanta
frecuencia.
-Bueno,
pero no me irás a decir que la seguridad en las centrales nucleares y la
producción de residuos radiactivos en ellas no son un problema a tener en
cuenta.
-No,
no te lo voy a decir. Son un problema...y un problema muy grave, aunque no
representan nada que la ciencia y la tecnología no puedan resolver. Solo es
cuestión de investigarlo con el debido empeño.
Llegado
a este punto, Javi ya no sabe si ir hacia delante o hacia atrás, pero arremete
con el tema de los plásticos, los residuos industriales y la enorme polución
que se genera sobre el aire, el agua y la vegetación.
-Hablemos
de los materiales sintéticos, como el plástico -sugerí- Desde el comienzo del
siglo XX, varios talentosos investigadores trabajaban para producir un material
fácil de elaborar pero muy resistente, con buenas propiedades mecánicas,
moldeable, ligero, barato, aislante eléctrico, impermeable, resistente a la
corrosión y, algo muy importante, que gozara de una gran duración. Era casi una
utopía, pero después de mucho estudio, esfuerzo e incansable trabajo de
laboratorio, lo lograron. Había nacido este material que hemos dado en llamar
"plástico". Ese extraordinario y admirable invento produjo un
profundo cambio en la fabricación de toda clase de productos, que pasaron a ser
más ligeros, más duraderos, más fáciles de elaborar y mucho más baratos.
-¡Jopé!
Pero si es una cosa tan buena, ¿por qué los ecologistas le tienen tanto asco?
-Porque,
solemos coger los rábanos por las hojas, con más frecuencia de lo debido. El
plástico, que tiene la propiedad de mantenerse inalterable durante cientos de
años, no es el culpable de polucionar los mares, los culpables son los que lo
arrojan al mar, los que lo permiten y quienes no toman medidas para subsanarlo.
Dicen que en el Índico, y también en el Atlántico, existen sendas islas
formadas por productos plásticos, que duplican la extensión de la superficie de
España.
-Eso
debe ser muy dañino para los peces ¿no?
-Claro.
Pero fíjate: En vez de promover un programa mundial de la ONU para la limpieza
del mar, con las poderosas flotas de guerra existentes, solo se les ocurre
pedir el cese de la fabricación del plástico.
-Sí,
eso sería bueno, pero...¿Dónde se guardaría esa enorme cantidad de plástico
hasta que se degradara por completo? No habría sitio.
-No,
no habría que almacenarla. Sería cuestión de ir reciclándola. Parte se
emplearía para fundir nuevas piezas, el resto podría utilizarse en otras
aplicaciones como la construcción de edificios y carreteras
-Bueno
¿y qué me dices de los residuos industriales? -insistió Javi.
-Hay
quien dice que la desmesurada actividad industrial de algunos países del primer
mundo está enfermando al planeta con sus gases y residuos, y que habría que
frenar esa actividad y volver a una sociedad más natural, sencilla y comprometida
con el medio ambiente. Pues bien, te diré que en los países industrializados es
donde se vive más y mejor, donde hay más libertad y donde los derechos humanos
son más respetados. ¿Por qué crees, si no, que todo el mundo quiere venirse a
Europa?
Javi
no respondió, así que proseguí mi discurso.
-Es
cierto que toda actividad industrial genera desechos que pueden ser
perjudiciales para el medio ambiente, pero no hay impedimento tecnológico para
evitar esos daños. Todo residuo puede ser reciclado, como todo lo que se
ensucia puede ser purificado. Para ello solo se necesita la firme voluntad de
realizarlo.
-En
fin, que mi redacción era una caquita ¿no?
-No,
no. Lo que has escrito está muy bien, solo que está incompleto. No basta con
buenas intenciones o buenos sentimientos, hacen falta acciones sensatas que
corrijan los inconvenientes sin perder las ventajas.
-Ahora
-añadí- voy a decirte algo que me gustaría que recordaras cuando llegues a
cumplir tu deseo de ser ingeniero. Es algo que puede que te encuentres, o debas
de afrontar, durante el ejercicio de tu actividad profesional, pero que ocurre
de forma general en cualquier actividad novedosa. Es habitual, al producirse
una invención, que esta genere un problema a alguien o algo, al mismo tiempo
que un bien general para el resto de beneficiarios. Ante esta situación se
abren dos caminos o actuaciones: Uno es el de rechazar el bien para evitar las
complicaciones negativas. Es dar un paso atrás en el camino del progreso. Otra
vía es aceptar el bien, asumiendo los inconvenientes que produce. Puede que no genere demasiado progreso. Es como dar
un paso al lado, porque quizás se dé la circunstancia de que el mal producido no
compense el bien a recibir.
-Bien,
pues ahora viene la moraleja -insistí- El buen camino, la vía que conduce a un
auténtico progreso duradero, es el de estudiar los problemas que puedan
producirse en la generación de un bien, sea este un producto o una actividad, y
resolverlos.
-¡Sí,
sí, lo entiendo! Pero, ¿y si es un problema tan difícil de resolver que resulta
imposible en la práctica?
-No
hay problema imposible de resolver. La ciencia y la tecnología son capaces de
llevar a cabo todo lo que el hombre es capaz de imaginar. Como te he dicho
antes, solo se necesita la firme voluntad de poner los medios físicos e
intelectuales para lograrlo.
-Amén
-sentenció Javi- Que así sea, yayo
-¿...?
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